El Ayuntamiento de San Felices de Buelna ha sacado a pública subasta uno de sus inmuebles, una gran casa en el centro de Rivero situada a un paso del Consistorio, del colegio, del consultorio médico y la iglesia, una bicoca por situación y precio si no fuera por el mal estado en el que se encuentra la vivienda. Necesita una importante restauración en los cerca de 450 metros cuadrados entre espacio edificado y patios que ofrece, un gasto a tener en cuenta a partir de los 61.323,52 euros del precio de salida que marca la subasta.

El alcalde, José Antonio González Linares, explicó que el Ayuntamiento ya tiene suficientes inmuebles y no quiere uno que necesita una reparación más o menos urgente y en profundidad. No quiere gastos cuando lo que puede lograr es un ingreso importante para las arcas municipales. Eso sí, recuerda que la venta tendrá algunas condiciones, entre ellas precisamente la obligación del comprador de restaurarla en un plazo máximo de dos años a partir de la enajenación, respetando además la estructura principal y el arco de entrada.

Las ofertas ya se pueden presentar en sobre cerrado en las oficinas municipales, durante los próximos 20 días hábiles, de nueve de la mañana a dos de la tarde. Y se puede consultar toda la documentación sobre la vivienda en Secretaría.

Por lo demás, se trata de un viejo edificio, con más de cien años de historia, sito en el Barrio de Rivero, denominado 'Casa del Secretario, compuesto de planta baja, principal y desván y que mide 189 metros cuadrados a los que añadir, al sur, un corral propio con 122 metros cuadrados y al norte otros 140 metros cuadrados.

Para aquel al que le interesa la casa, su historia es cuando menos interesante. La propiedad del inmueble le llegó al Ayuntamiento a finales del siglo XIX, como pago por las deudas que uno de sus primeros propietarios acumuló tras la puesta en marcha de negocios que no fructificaron. La falta de pago al Ayuntamiento hizo que éste se quedara en un primer momento con un tercio del edificio, pero la mala suerte del empresario frustrado no se quedó ahí, y nuevos tropiezos económicos hicieron que perdiera sus derechos sobre un inmueble que terminó completamente en manos del municipio.

Ya a principios del siglo XX el Ayuntamiento la dividió en varias habitaciones y la ofreció en alquiler, además de acoger a trabajadores municipales, como el conserje.

Antes de la Guerra Civil, con la llegada de la telefonía a San Felices de Buelna, también fue sede de la central telefónica, albergando al personal que trabajó en ese servicio. Y en los años 60 fue hogar de algunos secretarios municipales, motivo por el que se conoce como la Casa del Secretario. Las últimas personas que la han ocupado eran los componentes de una familia en precario que no tenía otro lugar donde vivir. El Ayuntamiento la cedió hasta que consiguieron una vivienda de protección. Desde entonces, hace unos cinco años, la casa está deshabitada y a la espera de una reparación que ya corresponderá a su próximo propietario.