El presidente de la Asociación Guerras Cántabras, Óscar del Val, ha hecho balance de una edición "magnífica en todos los sentidos", dijo, poniendo énfasis en la "calidad de la fiesta" y la "presencia multitudinaria de visitantes durante los 10 días de las Guerras Cántabras". Una edición que se cierra pensando en la convocatoria de elecciones para la renovación de la junta directiva y con la esperanza de contar con una alta participación en el concurso de fotografías, aún abierto a cualquier persona que quiera presentar sus instantáneas.
Del Val destacó de la última edición el incremento de visitantes a lo largo de las escenificaciones teatrales que se han desarrollado en el Circo Máximo, "no ya solo al desfile general" y también incidió en las 500 personas que han asistido a las conferencias arqueológicas e históricas que han tenido lugar entre los dos fines de semana de la fiesta, con presencia en esas conferencias de muchos profesionales, "lo que demuestra la calidad de los temas y personajes elegidos".
"Es una fiesta en crecimiento y por eso ya estamos trabajando en mejorar en actos, limar algunos aspectos de la organización e introducir novedades para la próxima campaña", dijo. Una edición que tendrá nueva dirección, ya que la Asociación Guerras Cántabras, con 1.400 socios, convocará a finales de octubre o noviembre elecciones para elegir nueva junta directiva en diciembre. Según el último censo elaborado hace unas semanas, la asociación cuanta con 500 niños y unos 900 adultos. De momento el actual presidente no ha confirmado si volverá a liderar una lista, lo que sí ha hecho es animar a otros festeros a formar candidaturas "aportando nuevas ideas a la fiesta".
En manos de la dirección que salga de las urnas quedarán proyectos importantes como la apertura del proceso para declarar la fiesta de Interés Turístico Internacional o dar forma a uno de "nuestros propósitos más firme", el de contar con un campamento estable donde parte de las estructuras sean fijas, "quitando trabajo y mejorando nuestra proyección, de la fiesta y del pueblo". De hecho ayer mismo comenzaron las "ingratas y arduas" tareas de desmontaje del Circo Máximo o el Templo de Jano, además de todas las tiendas romanas y cabañas cántabras.