La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Los Corrales de Buelna he tenido que activar en varias ocasiones durante las últimas semanas su Cadena de Seguridad, alertada por la repetida presencia de posibles delincuentes en los establecimientos adheridos a ese colectivo. Con distintas formas de actuar, en solitario, por parejas o en grupo, la intención de los ladrones en todos los casos ha sido llevarse al despiste o a la carrera objetos  o dinero de distintos comercios, mayoritariamente hurtos no muy cuantiosos, a excepción de los casos en los que se ha abierto, de una forma más o menos apresurada, la caja de seguridad. Desde la asociación quieren evitar en lo posible tener un verano de manos largas y para ello se ha enviado un mensaje a todos los comerciantes asociados alertándoles de ese peligro, invitando a los no adheridos a la Cadena de Seguridad a que se apunten y anunciando el reparto de pegatinas con los teléfonos de urgencia de la Guardia Civil y Policía Local.

El presidente del colectivo, Salvador Victorino Fernández, recordó el éxito que está suponiendo una Cadena de Seguridad que pone en alerta en cuestión de segundos a los 95 comercios inscritos a través de un mensaje telefónico que llega a todos los móviles registrados. El aviso entre profesionales y la inmediata comunicación a las Fuerzas de Seguridad han logrado en este año frenar una decena de posibles actos delictivos. En muchas ocasiones con un marcado carácter preventivo, ya que los profesionales saben a qué atenerse con determinadas personas, frustrando su delictiva actuación.

Pero por si acaso, la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Valle de Buelna va a elaborar además pegatinas "para tener siempre a la vista" el teléfono de urgencias de la Guardia Civil, el 062, y el móvil de la Policía Local, el 609462606.

La Cadena de Seguridad refleja en su listado de mensajes algunos de los movimientos de posibles ladrones que ha sufrido el comercio de Los Corrales de Buelna y sus diferentes formas de actuar. El último el de un chico, bien vestido y con aíres modernos, que entra en una tienda para poder llamar por teléfono, tener un momento a solas y llevarse lo que pueda. En este caso en establecimientos con un único dependiente. También el de jóvenes que entran a un comercio, piden algún objeto de valor, por ejemplo un cartón de tabaco, y al tenerlo en la mano echan a correr  hacia un vehículo que le espera en la puerta del establecimiento. O el de dos mujeres de mediana edad que cada una en un extremo de la tienda juegan al despiste para que una cumple el objetivo de llevarse algún objeto, normalmente ropa. En este caso también se trabaja por parejas, entrando en momentos distintos a un comercio y provocando movimiento en la tienda para salir airosos en su propósito. Y desde luego el de siempre, personas que piden en nombre de la iglesia o de una asociación conocida o no tanto reclaman solidaridad únicamente para su beneficio personal.

Cumplidos cuatro años el balance de la Cadena de Seguridad es más que positivo, según afirma su precursor, Salvador Victorino, quien trasladó a Los Corrales de Buelna lo que ya funcionaba en la Agrupación de Joyeros de Cantabria. Comenzó con unos 40 establecimientos adheridos y hoy son ya 95 los que forman parte de esa cadena. El único requisito es pertenecer a la asociación y facilitar un teléfono móvil de contacto. Nada más, porque la cadena es totalmente gratuita para el comerciante y, generalmente, muy gravosa para el amigo de lo ajeno. En la treintena de alertas emitidas hasta ahora el aviso ha corrido como la pólvora, terminando en la mayoría de los sucesos con la frustración del presunto delito y en muchos con la detención de los implicados. Se estima en menos de tres minutos lo que se tarda en que la alarma llegue a todos los destinatarios, poniendo en aviso al sector, Fuerzas de Seguridad y medios de comunicación para difundir si cabe más aún esa amenaza.