Los alumnos más jóvenes de Los Corrales de Buelna han dedicado los primeros años de su paso por la Enseñanza Pública a conocer más a fondo la cultura y costumbres, historia, celebraciones, deportes o gastronomía de Cantabria, licenciándose con honores en un proyecto que desde hace cuatro años ha liderado el colegio José María Pereda. Comenzaron con su entorno más cercano, desde la presencia imponente de las estelas gigantes a la riqueza arquitectónica de tiempos de señorío o, incluso más allá, la importancia del valle como campo de batalla en la conquista de Cantabria a manos de un Imperio Romano que cruzó la cara de esa tierra con calzadas aún visibles. Ahora, el último capítulo, les ha llevado a adentrarse en los atractivos misterios de la mitología cántabra.

La idea surgió hace cuatro años aprovechando que el colegio se enclava en un municipio que tiene gran cantidad de vestigios históricos que se pueden explorar, tocar y ver, para acercar al alumnado al conocimiento de su historia.

En la última fase el edificio de Educación Infantil se ha convertido en una cueva donde campan distintos personajes de la mitología regional. Con una exposición abierta al público en general, los tutores han querido destacar un programa que a la vez que formaba a los alumnos sobre su entorno, ampliaba sus conocimientos de la lengua inglesa.

Explicaron que durante el curso que ahora termina «se ha dado un paso más», adentrándose, como aliciente principal para los jóvenes estudiantes, en el mundo mágico de la mitología, como explicaba una de las tutoras, María Jesús Reguilón, «convirtiendo el edificio de Educación Infantil en un bosque donde el alumnado va descubriendo diferentes personajes mitológicos: unos amables, dulces y simpáticos que ayudan a las personas, como la Anjana, el Musgoso y los Ventolines; otros traviesos, juguetones y caprichosos, como el Trenti y el Trastolillo; y por último, algunos dañinos y malignos que disfrutaban haciendo el mal y asustando, como los Nuberos, el Pecu y el Ojáncano».

Ante la buena respuesta del alumnado, el equipo de profesores, con apoyo de las familias, estudiantes, vecinos y asociaciones, se centró en montar una exposición que ha estado abierta durante la semana pasada y por la que ha pasado buena parte de la comunidad educativa además de público en general. Contando con la colaboración de la Asociación de desarrollo rural Dos Valles, de Barriopalacio de Anievas (organizadora de la fiesta Un pueblo de Leyendas), y del artista local Emeterio Lombilla (Terio), vecino de San Felices de Buelna y autor esculturas en madera sobre distintos elementos de la mitología cántabra.

Formar como personas

Pero el proyecto ha dado para más. «Acercar al público este espacio de fantasía ha permitido dar a conocer también el quehacer  de todos los profesionales que a diario trabajan con nuestros niños y niñas y que disfrutan viendo cómo desarrollan sus aprendizajes y se forman como personas», dijo la tutora del Pereda.