El comercio de Los Corrales de Buelna ha vuelto a demostrar esta semana el buen funcionamiento de su Cadena de Seguridad, un sistema de mensajes a través de teléfonos móviles que dio aviso inmediato de la presencia de cuatro personas con actitud sospechosa en los establecimientos del centro de la localidad, evitando la amenaza de posibles actos delictivos. Ese aviso se trasladó también a Guardia Civil y Policía Local, alertando sobre la situación de los sospechosos, lo que posibilitó que en apenas quince minutos se hubiera dado el alto a esas personas, como señaló el presidente de los comerciantes, Salvador Victorino Fernández. Explicó que se había detectado la presencia sospechosa de esas cuatro personas en al menos una decena de establecimientos y en dos se constató la falta de pequeñas cantidades de dinero de la caja registradora.

Victorino recordó que desde hace cuatro años el comercio de Los Corrales de Buelna se siente más seguro gracias a una cadena hecha de eslabones telefónicos. Lejos de sentirse vulnerables en sus establecimientos, como en tantas otras partes, los profesionales saben que con una simple llamada cerca de un centenar de comercios se ponen en guardia ante un posible delito contra ellos. Y eso da confianza ante las constantes amenazas que sufren casi a diario, espada de Damocles que pende cada vez con más insistencia sobre ellos y que ha hecho que en esos cuatro años se hayan emitido una treintena de alertas dentro de la Cadena de Seguridad de Los Corrales de Buelna, puesta en marcha por la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Valle de Buelna en abril de 2011.

Cumplidos cuatro años el balance es más que positivo, según afirma su precursor, Salvador Victorino, quien trasladó a Los Corrales de Buelna lo que ya funcionaba en la Agrupación de Joyeros de Cantabria. Comenzó con unos 40 establecimientos adheridos y hoy son ya 95 los que forman parte de esa cadena. El único requisito es pertenecer a la asociación y facilitar un teléfono móvil de contacto. Nada más, porque la cadena es totalmente gratuita para el comerciante y, generalmente, muy gravosa para el amigo de lo ajeno. En la treintena de alertas emitidas el aviso ha corrido como la pólvora, terminando en la mayoría de los sucesos con la frustración del presunto delito y en muchos con la detención de los implicados. No es para menos, porque se estima en menos de tres minutos lo que se tarda en que la alarma llegue a todos los destinatarios, poniendo en aviso al sector, Fuerzas de Seguridad y medios de comunicación. "Cuando un comerciante te llama por la sospecha de un posible delito, se tardan menos de tres minutos en la puesta en marcha de la cadena, el envío del mensaje a todos los móviles y Fuerzas de Seguridad y el recibo del mensaje".

En definitiva, cuando un comerciante de la cadena tiene sospechas de que se pueda estar ideando o perpetrando un acto delictivo llama inmediatamente a la directiva de la asociación y relata todos los hechos que han acontecido o aquello que haya podido observar. "A veces no ha pasado nada, porque la experiencia del propio comerciante le hace tomar medidas al respecto", por aquello de más vale prevenir. Si del relato de los hechos se considera que es un tema para poner en marcha la Cadena de Seguridad se envía el mensaje telefónico a las Fuerzas de Seguridad y  los móviles de los asociados. Con la primera llamada se asegura una rápida intervención de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Con la segunda se alerta a los comerciantes para que tengan un perfil del sospechoso, eviten que entre en sus comercios y faciliten pistas sobre dónde puede encontrarse en cada momento. A la par, se envía otro mensaje por correo electrónico más detallado con todos los pormenores. Y el hecho se pone en conocimiento de los medios de comunicación para llegar incluso más lejos, "ya que la colaboración ciudadana puede ayudar también a evitar las consecuencias e incluso a localizar a los posibles delincuentes".

En ese sentido el comercio también está agradecido a las Fuerzas de Seguridad. "Hay una total colaboración". Salvador Victorino Fernández explica que si se trata de un presunto acto delictivo se llama al 062 y se comenta el caso a la vez que se informa a los asociados mediante la cadena de seguridad. Cuando se trata de comercios de alto riesgo (el caso de joyerías) "nos ponemos en contacto además con la Jefatura Superior de Policía de Cantabria e incluso aportamos muchas veces fotos de cámaras de seguridad cuando ha existido un delito". En Los Corrales de Buelna los ataques a los comercios se han centrado especialmente en la comisión de hurtos, robos al descuido, fraudes o intento de colar billetes falsos. En definitiva, "el comerciante se siente arropado, informado y seguro en su negocio; la Cadena de Seguridad es un seguro añadido que se le brinda al formar parte de un colectivo como este".