El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna y la empresa constructora firmaron este viernes el acta de suspensión temporal de las obras de rehabilitación de las antiguas escuelas de Los Corrales de Buelna tras el derrumbe de la fachada sur de ese edificio. Representantes de la empresa y técnicos municipales mantuvieron durante toda la mañana una reunión para valorar las consecuencias de lo sucedido, a la espera de un informe definitivo que marcará el futuro de las obras de reforma que se acometían en ese viejo edificio para reconvertirlo en nuevo Ayuntamiento, en pleno centro de la localidad. A lo largo de la mañana también se reunieron con delegados de la Inspección de Trabajo y con los miembros del gobierno municipal.

Mientras, los heridos evolucionan favorablemente, según afirmaba la alcaldesa, Mercedes Toribio, minutos antes de que el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, se interesara personalmente por el estado de salud de los dos operarios afectados por la caída de uno de los muros principales del inmueble. Las placas confirmaron que las molestias en el cuello que obligaron al traslado de uno de ellos al Hospital de Sierrallana no presentan gravedad, confirmó.

En el solar afectado por el derrumbe las obras están paradas y durante la mañana solo se adoptaron medidas de protección de los muros que siguen en pie, además de acordonar el entorno del edificio, incluida la avenida Condesa Forjas de Buelna, que desde el jueves permanece cortada al tráfico. "Hoy han cambiado los buzos habituales por trajes y cascos" decían los vecinos apostados en las cercanías del edificio, en referencia a los empresarios que recorrieron el perímetro del inmueble, convertido en buena parte en escombros.

Muchos eran los profesionales ligados a la construcción que se acercaron a las obras y coincidían en que las opciones de futuro son pocas y muchas pasan por derribar buena parte de la estructura que queda en pie, algo que ya se planteó en la primera reunión que tuvieron los representantes municipales a última hora del jueves. La falta de cohesión de los ladrillos y la fuerza que está ejerciendo la estructura metálica sobre la fachada norte, aún en pie, hacen temer lo peor. Una fachada que se quería preservar como seña de identidad de lo que fueron las escuelas de la República. También preocupa la débil situación de amarre de los grandes ventanales.

De todas formas técnicos y políticos tienen una única preocupación, garantizar la seguridad de los trabajadores y los viandantes, como confirmaba ayer la alcaldesa, Mercedes Toribio, quien insistió en que habrá que esperar a un informe definitivo para tomar una decisión final. Un informe que podría llegar el próximo lunes.

También fue día de repercusiones políticas, coincidentes en pedir un informe técnico que aclare lo sucedido.

El PSOE ha pedido que todos los grupos políticos "nos sentemos a dialogar y solucionemos esta inmensa amenaza que se levanta en el centro de nuestro pueblo y que lo hagamos de forma inmediata, antes de que pase una desgracia mayor". Para los socialistas, "es la hora de la política, de la sensatez y de la transparencia, no de empecinamientos personales, ni de estrategias electorales". Para ello han solicitado en primer lugar una reunión urgente de portavoces, en segundo lugar solicitar un informe técnico "fiable" sobre las medidas más urgentes que hay que tomar en la nueva situación del edificio y en tercer lugar una análisis del proyecto y de la tesitura en la que queda el ayuntamiento ante la finalización del mismo y la subvención pedida para dicha obra.

En cuanto al último punto, el PSOE afirma que "los perjuicios económicos para nuestro Consistorio pueden ser muy significativos". Terminan "transmitiendo a los vecinos la tranquilidad de que sus representantes estamos dispuestos a afrontar este problema de una manera juiciosa y madura para encontrar una solución, por muy difícil que esta se vea en estos momentos".