La empresa Senor colocó este lunes una parte de la plataforma del nuevo puente sobre el río Tejas que atraviesa la Carretera Autonómica 170, vía que corre paralela al polígono industrial de San Felices comunicando los valles de Buelna y Pas. Según las previsiones de la dirección de obra este viernes se abrirán, provisionalmente, los dos carriles de una vía sometida a tráfico restringido desde principios de noviembre, cuando comenzaron unas obras que tienen como objetivo principal agrandar el ojo del puente para reducir el riesgo de inundaciones en toda la zona industrial, eliminando el efecto embudo que producía el viejo paso ante las fuertes crecidas del río Tejas en épocas de lluvia.

Durante las tres próximas semanas, el parón navideño permitirá tener abiertos el carril en dirección a San Felices por la parte nueva del puente y el carril en dirección a Los Corrales por el tramo viejo, éste hasta la segunda semana del mes de enero, momento en el que se demolerá lo que queda del antiguo y estrecho puente.

Este lunes se colocaron las vigas que sustentarán el pavimento en el tramo nuevo, se esperará unos días para que fragüe el firme y el viernes se abrirá el carril al tráfico. El siguiente paso será retirar los semáforos que regulan la circulación por la estrechez de la vía e instalar una nueva señalización que advierta del peligro de la mediana, por el desnivel entre los tramos nuevo y antiguo. Algo que obliga ya a los vehículos que circulan hacia Los Corrales a invadir el carril de paseo y bicicletas de la recta de la Agüera.

Desde el lunes 7 de enero el tráfico volverá a restringirse, como ha ocurrido hasta ahora, a un solo carril, para demoler la mitad que queda del viejo puente, aprovechando para la circulación el nuevo tramo. Una vez se termine la construcción de la otra mitad del nuevo paso sobre el río Tejas, se asfaltará todo el tramo reduciendo la pendiente que ha provocado la elevación del puente actual sobre el antiguo, aproximadamente medio metro. Para ello se extenderá una nueva capa de asfalto que reducirá esa pendiente hasta 50 metros por cada lado de la nueva estructura. Se instalará nueva señalización horizontal y vertical, se recuperará el paso para peatones y bicis y se colocará en el puente una barandilla para garantizar la seguridad de los viandantes. Y tal y como van hasta ahora las obras, en febrero, como muy tarde en marzo, podría estar rematada la ejecución.